Islas encendidas Encuentro estatal Málaga 19-21 octubre 2018

Pero… ¿para qué vamos a Málaga?

Las islas están separadas, pero las une lo mismo que las separa, un mar.
Muchas luchas sociales también parecen distantes y distintas, pero las une aquello que las provoca: un mismo modelo económico, que anula derechos, agrava desigualdades y destruye el planeta.
Cuando las islas se encienden, dibujan un mapa y entonces podemos apreciar que todas juntas dan luz a una ruta de transformación.
Las claves de esa ruta están ahí, invisibles ahora, pero ya inscritas en el saber hacer de muchas personas que vienen trabajando de largo contra la opresión, la explotación y la injusticia.
Todas ellas estáis convocadas.
En octubre de 2018 vamos a encender las islas. Nos lleva una incógnita y una larga prole de certezas. La incógnita se conjuga en futuro, y las certezas las traemos de atrás: son las evidencias que acumulamos de que así no puede ser más. Traed, traed vuestras certezas a Málaga. La interrogación ya la tenemos plantada delante de las narices.
A Málaga hay que ir con gafas de exploradoras de nuestra anatomía de lucha y resistencia, con ganas de hacer las cosas de modo distinto. En el relevo que nos vamos pasando generación tras generación desde las primeras rebeliones de esclavos, hemos aprendido mucho sobre las prácticas sociales que nos liberan. Traigamos abiertos los catálogos de esa sabiduría histórica colectiva. Lo mejor de cada casa para responder al yugo. Aunque no lo cuenten los libros de texto ni los telediarios, sabemos que hay muchas luchas que triunfan y triunfaron. Traed a Málaga la memoria de todos los éxitos que conocéis.
A Málaga vamos, sí, a iluminar la ruta, a encender la ecuación, y será a base de incendios. Traed, traed todos los balances de vuestros particulares observatorios críticos de prejuicios abominables y tradiciones patriarcales abusivas. Traed también ganas de despojarse de formas de hacer propias, que ya no nos valen. Vamos a echar a la hoguera aceptaciones silenciosas y casi inconscientes de costumbres, de hábitos, de rutinas, de liturgias y ceremonias culturales que están calcificándose en nuestras formas de vida para hacernos cómplices -y rehenes- de una ilusión de desarrollo que en realidad no nos desarrolla. Nos destruye, el mar lo llena de cadáveres y plásticos, y las arcas públicas las vacía de fondos sociales y solidaridad. Vamos a prender hogueras a Málaga. Tres días de fuego conceptual se comerán muchas de vuestras reservas de Me too, Ya basta y Nunca mais. Traedlas todas.
A Málaga vamos a empezar. Traed vuestras agendas de futuro. Vamos a inventar tradiciones, a inventarnos como nodos de una metodología que aún no conocemos, como aristas de un bloque de fuerzas que se unen sin institución pero se saben coherentes y acompañadas.
Vamos a Málaga porque sabemos que hay algo que tenemos que hacer juntas aunque aún no sepamos el qué. Y sabemos que se trata de conexión. Y sabemos que no es otro foro más, que es un laboratorio.
Porque nos convoca la voluntad de asumir el riesgo de explorar el cambio. Porque se nos han gastado las herramientas para detener la muerte del planeta y el sufrimiento de millones de personas, y sabemos que en todas nosotras hay un dígito de esa clave con la que construir otras herramientas nuevas.
Traed, traed vuestras ganas de empezar nuevas tradiciones a Málaga.
Lo que sí funcionó. Lo que hay que quemar. Tradiciones que fundar. Traedlo todo.
Venga, vamos a Málaga. A encender las islas.
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