“El diálogo es la herramienta que nos permite intervenir en nuestra realidad para cambiarla”

Claudia Saez Fuente: El Faradio.

El Teatro foro, basado en el ‘Teatro del Oprimido’ de Augusto Boal, enseña a los más jóvenes a saber distinguir las situaciones de injusticia o desigualdad.

Asamblea de Cooperación por la Paz (organización que es miembro de la Coordinadora Cántabra de ONGDs), convencida de la necesidad de impulsar la Educación Transformadora para una Ciudadanía Global en las escuelas públicas, apuesta por el Teatro Foro como herramienta de transformación social en las aulas de primaria, secundaria y bachillerato desde hace más de 15 años, en una técnica que ha desarrollado en centros educativos de Cantabria.

El Teatro Foro es una de las líneas de trabajo, quizá la más conocida, del ‘Teatro del Oprimido’ sistematizado por Augusto Boal. Una herramienta de intervención artística, pedagógica y social que consiste en la puesta en escena de una breve obra de teatro en la que se representa un conflicto donde late una situación de injusticia o desigualdad.

Tras la representación, el facilitador anima al público a debatir sobre lo que han visto, llegando a invitar a los espectadores y espectadoras que tengan alguna alternativa sobre cómo podrían haberse desarrollado los acontecimientos, a poner en escena otras estrategias para ver cómo cambia la situación original.

En palabras de Boal, “viendo el mundo más allá de las apariencias, vemos opresores y oprimidos en todas las sociedades, etnias, géneros, clases y castas, vemos el mundo injusto y cruel. Tenemos la obligación de inventar otro mundo porque sabemos que otro mundo es posible. Pero nos incumbe a nosotros el construirlo con nuestras manos entrando en escena, en el escenario y en nuestra vida”.

El Teatro del Oprimido se nutre de la ‘Pedagogía del Oprimido’ de Paulo Freire, educador brasileño y teórico de la pedagogía crítica que plantea la educación como práctica de la libertad, e invita a los docentes a formar personas críticas en su lectura del mundo, con capacidad de reflexión, pero también de acción.

En esta concepción, “el diálogo es la herramienta que nos va a permitir compartir, construir y reconstruir nuestra mirada; pero también intervenir en nuestra realidad para cambiarla”.

Todas las personas somos diferentes, por eso tuvimos que crear el concepto de igualdad. “Igualdad y diferencia son valores compatibles y enriquecedores y para percibir si establecemos relaciones igualitarias o de poder, necesitamos parar y vernos”. Según Freire, todo fue resumido por una simple mujer del pueblo en un círculo de cultura, delante de una situación presentada en un cuadro: “Me gusta discutir sobre esto porque vivo así. Mientras vivo no veo. Ahora sí, observo cómo vivo.”

La Pedagogía y el Teatro del Oprimido ofrecen la posibilidad de construirnos como ciudadanos y ciudadanas; la posibilidad de ver como seres inconclusos, necesitados de los demás. Permiten expresar nuestros deseos y nuestras emociones, buscar respuestas a nuestros problemas y necesidades sentidas, plantear alternativas en espacios de encuentro y de creación colectiva más respetuosos y horizontales.

En palabras de Boal “todos debemos hacer teatro para averiguar quiénes somos y descubrir quiénes podemos llegar a ser”, sin perder de vista que “la meta del Teatro del Oprimido no es llegar al equilibrio tranquilizador, sino al desequilibrio que conduce a la acción. Esto se consigue a través de la acción concreta, en escena: el acto de transformar es transformador”.

CAMBIAR LAS REGLAS DEL JUEGO

Asamblea de Cooperación Por la Paz (ACPP) es un instrumento, un punto de encuentro de personas que aspiran a vivir en un mundo que cimente sus pilares en la dignidad, la justicia y la igualdad y se ponen a ello para aportar colectivamente su granito de arena.

Las reglas del juego no son neutras y el trabajo de ACPP se enmarca en el deseo de cambiarlas desde la práctica cotidiana. ACPP tampoco es neutra, su labor se encamina a lograr una sociedad más igualitaria en la que todas las personas tengan la posibilidad de vivir una vida digna.

La cooperación internacional, la acción en las escuelas, la intervención social en nuestros barrios y ciudades y la sensibilización ciudadana son puntos de apoyo fundamentales en esta labor de incidencia política. ACPP se define como una organización independiente, progresista y laica.

La labor de ACPP en los países empobrecidos no tendría sentido si la realizase en solitario. Necesita encontrarse con organizaciones sociales democráticas y progresistas de los países en los que trabaja. Pero no solo, necesita también que las comunidades y las autoridades locales se impliquen para garantizar la sostenibilidad de cada proyecto.

En España y la UE participa en diversos foros con organizaciones sociales que comparten las mismas aspiraciones.

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